
Permítanme
ser más específico. Cuando enseñen, en vez de limitarse a simplemente dar una
lección, tengan a bien esforzarse un poco más por que el espiritualmente ciego
héroe del básquetbol vea realmente, o por que la espiritualmente sorda reina de
la belleza escuche realmente, o por que el espiritualmente inválido presidente
del estudiantado realmente camine. ¿Podríamos esforzarnos un poco más por
fortalecer a los demás de una manera tan poderosa que, sean cuales sean las
tentaciones que el diablo ponga en su camino, ellos sean capaces de resistir y
de esa forma y en ese momento estar realmente libres de maldad? ¿Podríamos
esforzarnos un poco más por enseñar de una forma tan poderosa y espiritual que
podamos realmente brindar ayuda a esa persona que sienta soledad, que viva
sola, que llore en la oscuridad de la noche?.
(Enseñando, Predicando, Sanando, Liahona enero
2003, Pág. 14-17). negrilla y subrayado añadido
No hay comentarios:
Publicar un comentario