Liahona Mayo 2013, Élder Richard G. Scott, Del Quórum de los Doce Apóstoles

Sé obediente a las enseñanzas proféticas que Cristo desea que sigas. No pongas en peligro tu felicidad futura racionalizando el tomar atajos en lugar de aplicar los principios confiables del Evangelio. Recuerda que de las cosas pequeñas proceden las grandes. Las aparentes pequeñas imprudencias o negligencias pueden conducir a grandes problemas. Pero más impor­tante aún es que los hábitos sencillos, constantes y buenos llevan a una vida plena de abundantes bendiciones.

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