No hace mucho tiempo que llegaste a esta vida con todas esas habilidades
magníficas y con un sinfín de posibilidades; pero existe un peligro verdadero
en el ambiente que te rodea: tu gran potencial y tu capacidad podrían
limitarse o destruirse si sucumbes a la contaminación diabólicamente inspirada.
No obstante, Satanás no puede derrotar al Salvador. El destino de Satanás está
decidido. Él sabe que ha perdido la batalla, pero aún así desea llevarse con él
a todos los que pueda. Tratará de arruinar tu bondad y capacidad por medio de
tus debilidades. Permanece del lado del Señor y triunfarás siempre.
Vives en un mundo en el que la tecnología avanza a pasos sorprendentes.
Es muy difícil para muchos de mi generación mantenernos al día con esas
posibilidades. Pero, según cómo se utilicen esos avances, podrían ser una
bendición o un escollo. La tecnología, cuando se comprende y se utiliza con un
propósito recto, no necesariamente tiene que ser un peligro sino que puede
mejorar la comunicación espiritual. (“La paz
en el hogar”, Liahona Mayo 2013, pág. 29-30)
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